¿Quien no ha tarareado alguna vez... Like a Virgin, Tru Blue, La isla Bonita...? Yo era una seguidora de la Madonna ochentera, me hizo pasar momentos de estrellato mientras la imitaba en los play-back del colegio :-) ¡Que tiempos!
Hace poco me lamentaba de los ídolos que tiene hoy en día la "juventud", pijoniñas de teleserie que convierten en sex-simbol y que están muy lejos de poder ser grandes mitos. ¿Dónde quedaba mi Madonna?, esa personalidad que me atraía tanto, el look que me gustaba a rabiar y con el que tanto me identificaba; el pelo revuelto, miles de pulseras, tules, el color negro, enormes pendientes, botines, crucifijos, lunar sobre el labio...
Cuando empezó a triunfar en España, yo tendría unos 12 años. Era muy complicado encontrar imágenes de ella, excepto en algún video clip que emitían una vez por semana, o en las carátulas de los L.P o cassettes. Yo conseguía algunas cosas gracias a mis tíos de Bélgica que siempre me traían una sorpresa; mi super cojín de Madonna, mi primer conjunto en color negro, libretas...
Cuando Ruth me propuso hacer una duquesita ochentera me emocioné. Nos vimos en la feria medieval de Llombai y aprovechó para hacerme el pedido. Hablando, hablando, decidimos que sería perfecto una Madonna ochentera. Y aquí tenéis el resultado. Espero que la disfrute en esas noches de movida y conciertos ochenteros que tanto le gustan. Y lo que sería perfecto es que la duquesita recobrara vida y formara parte del grupo en el que su pareja Hugo toca. Sería un concierto de los de antes, de grandes mitos de verdad.
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