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22 febrero 2010

La duquesita se fue de boda.

Erase una vez un Hada Madrina que hizo una duquesita con mucho mimo para un día muy especial, la primera boda de una duquesita, la primera novia duquesita. 
 
Todo surgió de un encargo, una bella y bondadosa muchacha quería un regalo muy especial para su querida prima, una preciosa princesa que en unos meses se casaría con un apuesto príncipe. El Hada Madrina, con dos movimientos de varita, transformó unas telas en el vestido más bello de cuantos os podáis imaginar. Vistió a la duquesita con él, la engalanó y la convirtió en una dama de honor preciosa, la más bella de cuántas se habían visto en el lugar.

–¡Qué bien me ha quedado! –exclamó el Hada Madrina– Lástima que no tenga vida. Cómo me gustaría que mi duquesita fuese una novia de verdad…

El Hada Madrina esperaba ansiosa el momento de la entrega de la duquesita a la bella prima de la princesa. Cuando llegó el momento y vio la enorme sonrisa que le causó, su ansia se convirtió en plena satisfacción.

Y para su sorpresa, le contaron que el día de la boda la bella princesa y la duquesita no pararon de bailar, compartieron maravillosos momentos y fueron cómplices toda la vida.



2 comentarios:

Lorena dijo...

.....un bonito cuento de hadas,me encanta cuando escribes,de verdad,me sorprendió mucho cuando lo ví en el facebook y enseguida me vine al blog porque sabía que aquí tenía que haber una bonita historia,me imagino que estarás orgullosa de que una novia tengo una duquesita el día de su boda.La verdad es que ha quedado preciosa y la novia le hadado un toque muy personal a su vestido

Belia Guerras dijo...

gracias lorena!!!! es un orgullo también que te guste lo que escribo, me hubiera gustado escribir un cuento más largo pero apenas tengo tiempo...