Muy buenos días.
Hoy quiero daros mil gracias a tod@s por hacer, día tras día, que el proyecto de mis duquesitas haya llegado hasta aquí y siga siendo posible.
Felices Fiestas y que el 2011 os llene de mucha suerte!!!!!!!
El sitio donde se celebró, Punto del Carmen en pleno barrio del Carmen de Valencia, no podía tener más encanto, un antigüo palacete. Las paredes eran vistas y se apreciaban las murallas antigüas del siglo XI, todo un lujo. A mi me tocó un rinconcito perfecto y acogedor, solo éramos cuatro y hasta tuve suerte con mis compañeras-vecinas; Mariela y su hermana de SWEETHINGS, tan cariñosas y dulces como las joyitas que presentaban y las que les dedícaré un post en otro momento para que todos conozcáis el trabajo tan bonito que hacen y al que no me pude resistir llevándome un colgante de una tarta de chocolate, ideal ¿verdad?. Otra vecina era MATERIAL GIRL, una chica simpática y muy agradable, igualita a su madre, toda una sonrisa. Su trabajo era muy bonito y para cualquier ocasión. Y después estaba LES FLEURS CONTRARIES, con unas joyas exclusivas y muy originales. Pasé muy buenos ratos con todas ellas.
Ya sabéis que adoro los desafíos y Elena me planteó uno que me enamoró. El pedido puede parecer sencillo pero me trajo quebraderos de cabeza. Ella quería una duquesita inspirada en las bañistas de los años ´20 pero reinterpretada. Primero la hice de lunares pero tenía claro, al igual que Elena, que lo ideal era hacerla de rayitas, el problema es que no las encontraba muy pequeñas para que quedaran a escala. Como siempre una casualidad y mucha suerte, me llevó a encontrar la tela de rayas mini, ideal para hacerla y aquí tenéis el resultado.
Era una caja de flores y dentro… una carta personal escrita a mano (que me trajo muy buenos recuerdos) y papeles enrollados y fue inmediato, “ya sé, jabones artesanales hechos por ella!!! habra leído el blog y sabe que me encantan!!!!!” Así que abrí el primero y… era un imán de nevera de unos palleses mallorquines. ¡¡¡¡Acertó, los colecciono!!!!! Ya no sabía por dónde seguir… estaba atropellada con tanta emoción, cogí la carta y la abrí, empecé a leer y ya salió todo, me puse a llorar sin reserva alguna como una niña ilusionada con tanta sorpresa. No podía creer que alguien desconocido pudiese haber dedicado su tiempo en preparar un detalle tan especial para mí y tan solo por que estaba agradecida de ganar un concurso y llevarse una de mis duquesitas. No dejaba de sentir emoción, alegría y mucha gratitud. Yo me limpiaba las lágrimas pero no dejaban de salir. Diego me consolaba con gracia (creo que se divirtió mucho con el espectáculo) y yo no decía más que “pero mira que hay gente maja”. Bueno, seguí leyendo y abrí el otro regalito, era un “Siurell dimoni”. Loli en su carta me contó que se trataba de un silbato que servía para espantar la mala suerte y atraer la buena. El dimoni es típico de Mallorca. Silvé sin pensarlo, a ver si me da suerte en mi embarazo.
“La Furia” y “La Roja” es algo que ha calado dentro de la afición española e incluso en los no aficionados como yo, pero aquí estoy apoyando como la primera. No penséis que soy futbolera, no me entero de nada, pero esto de la selección es contagioso y en un arrebato que me dió ayer mientras trabajaba escuchando el partido en la radio, prometí que si ganaba España haría una duquesita Española y aquí la tenéis. El sorteo será esta tarde a las 19.30 p.m, en la página de duquesita del facebook. Quien conteste el primero a una pregunta se la lleva totalmente gratis.
Fue inmediato el recuerdo de aquellos viajes a Florencia, han sido varias las ocasiones en que he podido disfrutar de su esplendor. La primera vez fue hace unos diez años, nada menos. Ya he olvidado muchos de los detalles de aquel viaje. Iba con una compañera de trabajo, Begoña. Ella se encargó de introducirme en la cultura italiana antes de emprender el viaje. Me pasaba apuntes con las frases que más utilizaríamos y me contaba historias sobre la ciudad. Recuerdo que era un verano muy caluroso, como todos allí. Pero lo que más perdura en mi memoria es la llegada de noche a la ciudad y de inmediato visitarla. La noche era cerrada, caminábamos por una calle estrecha hablando de todo lo que teníamos que hacer y de súbito, salimos a la plaza de San Giovanni, allí estaba su imponente catedral Santa Maria del Fiore, su mármol blanco relucía tanto bajo aquel cielo marino que tuve la sensación de vivir un momento del pasado. Nunca ninguna arquitectura hasta aquel momento me había dejado tanta huella.
Pensareis en lo rústica que me he vuelto y es cierto, mi corazón, se siente embaucado por pueblos rurales, con vistas espectaculares como Vistabella, Puerto Mingalbo, Atienza… considero que sería un paraíso, un lugar en el que me relajaría y disfrutaría la vida. Hace tiempo que en casa hablamos de llevar un modo de vida así, Vistabella va en primer lugar, un sitio ideal, allí instalaríamos nuestro refugio de descanso. No sé si algún día encontraremos esa casa o finca adecuada. Aún no hemos comenzado la búsqueda. Una casa en ruinas estaría bien o de obra vieja, nos ayudaría a conseguir ese aspecto usado y desgastado, de casa ya vivida, con la calidez que solo el paso del tiempo otorga. La llenaríamos de muebles artesanales, piezas de herencia y hallazgos en anticuarios.
Hoy llego al blog con mucho ánimo para mostraros el trabajo de mi mami. Dicen que "de casta le viene al galgo", ¿no es así?